Swatting, peligrosa broma pesada online

Swatting a un youtuber

Imagina que estás transmitiendo un vídeo en vivo; de pronto, elementos de alguna policía o unidad especializada de seguridad entran a patadas a tu casa, dejándote a ti y a todos en el piso a punta de pistola, bajo sospecha de que ahí se cometió algún crimen, como que alguien está golpeando a su esposa, o mataron a alguien o tienen a alguien raptado ahí. Sorpresa, has sido víctima de una cruel y estúpida broma llamada swatting, en la que alguien que te está viendo en línea obtiene tu dirección llama a algún teléfono de emergencias reportando un crimen (por lo general grave) en tu dirección, y gracias a eso todo mundo en línea, incluido un idiota (o algunos idiotas), puedan disfrutar de tu humillación en público. Eso le pasó a un gamer profesional de nombre Joshua Peters que acabó en el piso junto con su madre a punta de pistola de los policías que le decían que había un reporte de que había matado a su compañero de cuarto, lo cual a todas luces era falso.

El swatting no es nuevo: el FBI usaba el término desde 2008 y el nombre viene de que algunas veces el equipo que llegaba a la dirección proporcionada era un equipo SWAT (una unidad gringa de policía altamente especializada); pero ahora con tanta gente que hace sus cosas en línea y en tiempo real, la “broma”, por llamarla de alguna manera, ha tomado nuevas direcciones y cualquier la puede hacer, poniendo en riesgo a muchísimas personas inocentes cuyo único pecado es transmitir un vídeo o quizás hasta un podcast en tiempo real.

Esto, como se podrán imaginar, crea una situación terrible similar a la de Pedro y el Lobo; las fuerzas del orden están para ayudar, pero ¿como demonios distinguir entre las llamadas serias de las que hace un idiota para divertirse? la realidad es que, al menos al momento de escribir esto, no se puede; a pesar de que pasa con regularidad, el mismo FBI no tiene estadísticas de swatting a la fecha. Y los casos van a la alza, según números de otras oficinas; para acabarla, cada uno de estos chistes cuesta dinero, mucho dinero, el cual sale de las arcas del gobierno en cuestión: de hecho cuesta tanto, que se está legislando en gringolandia para que los que sean capturados y acusados de swatting le paguen de vuelta el dinero que costó su chiste al gobierno. Y por supuesto, no hagamos a un lado el peligro al que está expuesta la víctima y las mismas fuerzas del orden.

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